HABRÁ UNA VIDA MEJOR
Yo paso rápido de la puteada al beso
y del gesto afectuoso al improperio.
Me voy tras las estrellas que me espían.
Frecuento el barro aunque lo tenga lejos.
El solitario oficio del que escribe
me llena de maniáticos desvelos.
Y el río turbulento de la gente
me cuenta en multitudes donde crezco.
He poblado tribunas rumorosas
y mesas de café como ermitaño.
He inflado mis pulmones de aire puro
y otras veces el vino me ha inundado.
En cosas del amor, fui brisa y fuego.
Y rescaté a Jesús dudando de Dios mismo.
Aprendí que el poder corrompe, oprime…
Y que la explotación es un delito.
Por eso estuve, estoy al lado del de abajo.
De los que nacen sin tener camino.
Y deben construirlo como pueden,
sin otra chance que su esfuerzo limpio
No sé si quedo bien con los que mandan,
o con el orden que han establecido.
Pero me siento bien con mi conciencia
y con la gente para quien escribo.
Y si esa gente no podrá saberme.
Porque siempre les dan más de lo mismo.
Voy levantando una esperanza nueva,
que de un tiempo mejor será testigo:
de lo mejor de mí, de lo que nazca
del hombre nuevo que forjará el siglo.
Y esta historia siniestra que nos mata,
será sólo un recuerdo mal vivido.
Mientras tanto tendré amores y odios.
Y cada cual sabrá por qué los digo…
Héctor Negro
2008
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