domingo, 7 de septiembre de 2008

Guillermo B Harispe

AMIGOS
 
Dejadme andar así:
alucinado,
ciudadano afanoso de milagros,
con el brazo labrador
listo a segar cosechas del asombro;
sabiendo que crece en cualquier sitio
el trigo inesperado,
y climas que verdecen esos grises del tiempo,
esta savia agridulce de los días.
 
Digo que soy remero,
en los abiertos ríos de la vida
desde la lejanía de la infancia ...
Voy cantando feliz,
                            desnudo,
                                         herido,
y me esperan amigos en las costas del ensueño,
con peces azorados que les nadan la sangre.
Y no me siento oscuro.
Y mi voz no está sola.
Se integra fervorosa en su coro rebelde.
Y unos trinos nos llevan hacia la madrugada
laboriosa de pájaros,
con los ojos cavados de esperanza,
dispuestos a morir enamorados...  
 
Poema extraído de: TRINCHERA DEL ASOMBRO, Guillermo B. Harispe, Colección "El pan duro", Nro. 3, Bs. As., 1961

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