EL TANGO, DECLARADO POR LA "UNESCO COMO PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE LA HUMANIDAD

Una noticia que era naturalmente esperada y que implica un reconocimiento que nos enorgullece como cultores y devotos de este tan querido y vapuleado género, ha resonado y llegado desde diferentes medios de difusión orales, escritos y hasta de las reacias pantallas de TV que no tuvieron más alternativa que dedicarle algunos espacios de sus a veces insufribles noticieros. El Tango ha sido declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Hubo previamente gestiones realizadas conjuntamente por organismos de Argentina y Uruguay, países tangueros de tradición y rica historia al respecto. En realidad (lo que no impide celebrar la resolución aprobada), no han hecho más que reconocer una realidad innegable, que va recorriendo el mundo desde hace muchos años, alcanzando en los últimos tiempos una cálida recepción, adhesión y trascendencia en casi todos los países de este planeta.

 

Tal vez esta resolución de carácter tan institucional y de inevitable influencia en el aspecto artístico-cultural, ayude a algunos que en su propia cuna lo desprecian y lo niegan, a permitirle ocupar el lugar que merecen su jerarquía artística y su arraigo en la memoria y el corazón del pueblo. A que logre más espacios de difusión en los medios (sobre todo en la radiotelefonía y en la TV). A que en las radios no lo condenen a refugiarse en las F.M., a que tenga presencia en las cortinas y fondos musicales (también en la TV), a que sus cultores de nivel tengan espacios en horarios y emisoras que estén al alcance del gran público sin tener que rastrear trabajosamente el dial para encontrarlos. A que no esté "prohibido" en ciertas radioemisoras donde le son negados los espacios y hasta los comentarios en torno a su repercusión en otras artes (plástica, literatura, teatro, cine, etc.). A que en sus Centros de enseñanza (especialmente municipales de su ciudad de origen), no les nieguen la posibilidad de transmitir sus conocimientos y su experiencia a los profesores que han cometido el delito de llegar a la edad en que hacen uso del derecho a la jubilación… A tantas otras cosas que a veces llegaron a indignarnos y otras a sentir lástima por los mercaderes de los medios que se llenan la boca declamando sobre la "libertad de expresión" que ellos suelen negar a tantos (tangueros o no). Que se abran fuentes de trabajo para sus músicos, cantores, poetas, estudiosos, investigadores, cultores desde el ritmo de su corazón y sus devociones…A que no sea utilizado sólo para generar negocios con el turismo…

 

En fin, para no hacerla larga, ya sabemos los que estamos en esta lucha de toda una vida, cuánto se puede hacer por el tango, por su vigencia, para no convertirlo solamente en un objeto de museo sino para entenderlo como una cosa viva, como la mejor posibilidad de expresar nuestros problemas, sentimientos, identidad, alegrías, desazones, amores y desamores, nostalgias y certezas. Y cuánto se puede ayudar a sus verdaderos representantes reconocidos por el pueblo y la cultura, para no dejarlos a la intemperie, como ha ocurrido y ocurre en muchos casos notorios que muchos optan por desconocer y otros por confinar al pasado so pretexto de un dudoso y tan dañino como equivocado concepto de una falsa "modernidad".

 

(H.N.)