EUGENIO MANDRINI, POETA DE NUESTRO TIEMPO

            En otro sitio de este "blog", hemos difundido el Primer Premio que obtuvo en el "Concurso de Poesía Olga Orozco", el poeta Eugenio Mandrini, con su libro "Conejos en la nieve". Creemos que tardía, pero siempre oportunamente, se hizo justicia con uno de los más destacados y talentosos poetas de nuestro tiempo. En esta misma página reproducimos la tapa del único libro totalmente integrado por poemas suyos aparecido hasta ahora: "Criaturas de los bosques de papel"(Ediciones Culturales Argentinas). Y aunque contenga algunos datos ya conocidos y difundidos en estas páginas, creemos que es válido reproducir el texto que se publica en el Nro.57 de la revista "Buenos Aires Tango y lo demás" que agrega más información al respecto. Y de yapa, uno de sus poemas inéditos. (H.N.) Aquí van:

 

            "Mandrini y todo el cielo - Nuestro co-director y responsable de las páginas de poesía y narrativa, Eugenio Mandrini, ha recibido por unanimidad el premio único e indivisible en el Concurso de Poesía "Olga Orozco", convocado por la Universidad Nacional de San Martín(UNSAM), por su libro "Conejos en la nieve". Participaron en el mismo 684 libros provenientes de México, Ecuador, Suiza, Chile, España, Colombia, Suecia, Cuba, Alemania, Uruguay, Israel, El Salvador, Venezuela, Estados Unidos, República Dominicana, Perú, Nicaragua, Gran Bretaña, Costa Rica, Honduras y Argentina. Y el jurado (de lujo) estuvo integrado por el español Antonio Gamoneda, el chileno Gonzalo Rojas y los argentinos Juan Gelman y Jorge Boccanera (los tres primeros Premio Cervantes).

            Después de esto: La copa del alcohol hasta el final."

 

                          LIBERTAD

 

Escribimos sobre ella

Para no ser demolidos por el día (monótono

            elefante)

ni por la noche (jauría en la memoria).

Para que en esta ciudad tan fría

Su nombre abrigue más que una barricada

            de lana.

Para que los amantes incendiarios no cesen

de brillar como meteoros cuando se apaga

            la noche.

Para que la oscuridad no presida

la mesa, el sueño, lo imposible, el mundo.

Escribimos sobre ella, en fin,

Para no volvernos radiactivos.

 

Otros poetas, que la ignoran, son felices

                                             o triunfan.

 

                                          Eugenio Mandrini