domingo, 13 de abril de 2008

TIEMPO DE DON SEBASTIAN

por Héctor Negro

Destacado e inspirado compositor en el amplio espectro de la música y canción ciudadana, indudablemente ha sido en el tango, la milonga y el vals porteño (además de algunas incursiones por el candombe de Buenos Aires), donde don Sebastián Piana ha brindado el aporte de sus mejores creaciones.

En un momento escribí unos versos con estructura de milonga cantable, dedicados justamente a la milonga, que titulé "Jubileo de la milonga"; era un tríptico cuya segunda parte que abordó el tema de El Renacimiento, dediqué al maestro Piana con el título de "Tiempo de don Sebastián".

Como lo considero un cabal exponente de lo mucho que podría expresar sobre el gran músico que recordamos, transcribo a continuación sus versos: "¿Dónde andaba la milonga?/¿En qué horizonte escondida?/¿En qué boliche rosado?/¿Amagando en qué guarida?// ¿Qué payador la templaba,/volviendo de sobrevida?/Corraloneando crepúsculos./Alzada y adormecida.// Acaso de sonsonete,/tamborileando bordonas./Repitiendo su motivo,/pecando de machacona.// Don Sebastián lo sabía/desde una esquina de Boedo./Sobre su ritmo ensayaba/melodías y fraseos.// Algo de pampa y suburbio,/de compadrada y endecha./Cuando se cruzó el poeta/la milonga estaba hecha.// Milonga pa' recordarte./Para cantar lo que ardía./Para alardear con la copla/y alzarse en la melodía.// Eran de Homero los versos/y Piana en piano ponía/lo que después las guitarras/trasnochaban hasta el día.// Tiempo de don Sebastián,/de milonga renacida./Para que cante el que quiera/cantar milonga por vida.// La hizo canción y con alas./Candombera y danzarina/La metió en los bandoneones/y anduvo patios y esquinas.// Tiempo de don Sebastián./Piana es milonga genuina/Porteña, criolla...¿qué más?/Si es la milonga argentina."

Poco tiempo después, otro milonguero de alma, Osvaldo Avena, le puso música de milonga y con su guitarra y la voz de los cantores la interpretó en distintos escenarios y la llevó al disco. Creo que es uno de los mejores homenajes que pude rendirle al talentoso maestro, además de haber presentado al Directorio de SADAIC, logrando que se aprobara, un proyecto para que se denomine a la Escuela de Música de la Sociedad (hoy Instituto de Formación Autoral), con su prestigioso nombre. Pero su generosidad y bonhomía ya me habían honrado –en los tiempos en que él era profesor de Armonía de la mencionada Escuela-, al solicitarme una letra de milonga con la intención de musicalizarla.

Lleno de sorpresa y perturbado de una inevitable emoción frente a ese gesto, ante esa proposición que yo no me hubiera animado a hacerle jamás por el respeto y admiración que su personalidad me provocaba, sólo le pedí que musicalizara esa letra si consideraba que estaba a la altura de la calidad de su obra. Alguna ráfaga de feliz inspiración me alcanzó –tal vez motorizada por la circunstancia-, porque don Sebastián la aceptó y la milonga nació y fue registrada en SADAIC permaneciendo aún inédita. Sus versos acompañan este texto...

No hay comentarios: