Mabel, muy joven, casi una niña. Siempre con su sonrisa cándida e ingenua, antes de conocer a Héctor Negro. Aquí está montada a un caballo, mirando la cámara de fotos, anclada en el tiempo. Así te recordamos, Mabel. Así te querremos siempre los que te tratamos y te conocimos.
sábado, 1 de noviembre de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
que hermosa mi tia
Publicar un comentario