viernes, 14 de febrero de 2014

CON MABEL POR EL CENTRO

A la memoria de Mabel Noemí Boglio
24/12/1934-17/1/2014
La noche sacudía todos sus grillos
pero ellos no llegaban hasta nosotros.
Yo quería pronunciar los besos.
Los burgueses aburridos aplaudían en el Teatro
              de Revistas.
Pobre paloma la que yace todavía bajo el auto.
No me digas, Mabel, que el ruido duele,
que falta el aire y la luna se destierra.
Hemos llorado tanto la muerte de las mariposas.
Cuánto día cabe aún en nuestros pulmones.
Pero la culpa no la tienen los automoviles.
(Las paredes un poco, pero mejor dejarlas).
Viva la fiebre de quererte tanto,
esta locura zonza,
el banco para besarnos que descubrimos
y los pájaros que menos mal, existen.
Benditas las plazas de las ciudades sepultadas
 entre el hollín y el cemento.
Entre lo convencional y lo enorme.
Y benditos tus ojos llenos de tantas cosas claras.
Pero en el cine nos han dicho "no hay mas"
sobre la cara,
esa confitería me revienta
y mi bolsillo es corto.
Hasta aquí no llegan esas manzanillas
silvestres de tus callecitas,
esas estrellas tan limpias que se les copian,
ni las ranitas de tus zanjones.
Qué mentira la de los letreros luminosos.
Oh, la luna en tu casa,
su rocío de luciernagas
Pero esto no importa, sonriamos lo mismo,
todavía nos quedan algunas otras cosas:
los besos sin palabras, el banco que te dije
y la magnolia amiga de la plaza Lavalle.

3 comentarios:

Marta Pizzo dijo...

Un gran abrazo Maestro

Anónimo dijo...

Releo el poema y descubro que me lo sé de memoria. Le comento a Alicia que cosa más loca: regresar a un poema que uno creía muy lejano y descubrir que nos estaba esperando, que es parte de la vida, de la memoria de uno. Que es, como Mabel, también definitivamente nuestro.
Un abrazo Héctor
Alberto Wainer

mica dijo...

muy lindo tio todo el poema en si m ase acordar a la tia lo leeo un monton d vecs xq es hermoso m gustaria q m hagas una copia para tenerlo te quiero un abrazo